11/17/2010

EL SILENCIO

El silencio

por Pedro Patzer

Dejame que me calle con un silencio tuyo – escribió Neruda. Y es cierto: ¿quien no quisiera poblar el silencio de ciertos espíritus?
¿Qué aullidos de continentes socavaron los silencios de San Martín y el Che? ¿Qué vientos de otros mundos interpelaron al silencio del último resero?¿Qué alarido de comarcas habitó el silencio de Mercedes Sosa? ¿Qué árbol creció en el silencio del viejo hachero?¿Qué chacarera cósmica enloqueció al silencio de Chazarreta? ¿Qué secreta melodía de los días irrumpe en el silencio de los moribundos? ¿qué sinfonía de cóndor y abismo puebla el silencio de la coplera vallista? ¿Qué paisaje insiste en el silencio del hombre en el calabozo? ¿Cuántas monedas de soledad caben en el silencio del mendigo? ¿Cuántas plegarias de agua soporta el silencio del habitante de la sequía? ¿Cuántas canciones de piedra y polvo persisten en el silencio del minero? ¿Cuántas ecos de los otros bullicios invaden al silencio del baqueano? ¿Cuántas aguafuertes de los caminos se componen en el silencio de los descalzos? ¿Cuántas lecciones de Historia soporta el silencio del herido de bala? ¿Cuántas parábolas y poemas resisten el silencio del pan que falta? ¿Cuántos anónimos mártires de esta América desprecian el inhumano silencio de la estatua?
Nos enseñan a hacer música, a leer y a escribir, a bailar, a boxear, a trabajar, a tener una mascota; nos anestesian, nos dan un número de identidad, nos ponen nombre, un estado civil, nos imponen un Dios, un paraíso y un infierno, una cultura, una idea del bien y el mal, unos impuestos que pagar, una condena que cumplir, unas reglas del juego que respetar, sin embargo nadie se preocupa por enseñarnos a sumergirnos en el silencio. De niños nos enseñan el abecedario mas nunca el lenguaje del silencio, su gramática de altos corazones, sus verbos de viejos sabios contemplando el confín, sus rimas de pájaros nocturnos, sus manuales de polizones del gran ruido del mundo.
El silencio muchas veces ha sido bastardeado, de hecho, en las épocas oscuras de nuestro país, el silencio fue sinónimo de temor y complicidad: “El silencio es salud” repetían los represores.
Al silencio también se lo asocia con la soledad, Yupanqui decía : “Le tengo rabia al silencio/ por lo mucho que perdí/ que no se quede callado/ quien quiera vivir feliz” Romildo Risso, en Los Ejes de mi Carreta, sentencia: “No necesito silencio. Yo no tengo en qué pensar”
Debemos recuperar la idea sagrada del silencio, transitar sus parajes reflexivos, sus arrabales de ausencia y sabiduría, hallar los mapas de sus tesoros, esos que no son otra cosa más que las canciones existenciales que arrastramos por esta ruidosa travesía. Quién no conozca la verdadera dimensión de su silencio, jamás alcanzará la auténtica naturaleza de su palabra.


PUBLICADO EN www. boletinfolklore.com.ar

11/07/2010

LAS ALMAS




Las almas . Por Pedro Patzer
Para estos días tan tristes

“El nacimiento de las almas, es un secreto del abismo” – escribió el poeta Víctor Hugo.

¿De dónde vendrán las almas: de los antiguos cantos ceremoniales o del primer fuego que el ancestral hombre encendiera en medio de la oscuridad? ¿de qué misterio nacerán las almas: serán hijas del primer rumor del mar, del primer otoño del planeta, de la primera vez que un hombre se sumergiera en los ríos de una mujer? ¿De qué material estarán hechas las almas: telarañas o nubes, vestidos de novias o vendajes de momias, cardones o piedras? ¿Qué huracanes o brisas desatarán las almas, para encarnar seres tan diversos: Judas y Cristo; tiranos y profetas; mediocres y revolucionarios; genocidas y redentores, burócratas del día y artesanos de lo eterno?

¿Serán las almas, las estrellas escondidas que llevamos dentro del secreto cielo que somos cuando amamos, pintamos, cantamos, escribimos, reímos, lloramos, morimos?

¿Serán las almas esos payasos de luz que juegan en la oscuridad, cada vez que cerramos los ojos? ¿Serán las que “amarillan” las viejas fotografías, las que nos hacen tropezar con Dios y la nada, las que hacen del vino, el agua de la sed eterna del desesperado?

¿Los ecos de que cantos resuenan en las almas: serán los alaridos del milenario pastor en busca de sus ovejas, serán las plegarias de los hombres originarios de esta tierra que rezaban antes de que el dios oficial llegara a esta América?

¿Quién podría negar el alma? – ingenuamente me pregunto, como si no viera al mundo: a los que se burlan de los muertos (muertos que nacen en el corazón del pueblo); a los que buscan en los templos aquellas cosas que deberían encontrar en los ojos del niño pordiosero; a los mercaderes de la existencia, a los ladrones de las ilusiones, a los resignados, a los que niegan el milagro humano y envejecen esperando el milagro divino.

Pienso en las almas, y los artistas aparecen: Antonio Berni retratando el alma en los ojos de Juanito Laguna; Suma Paz alcanzando, en milonga, el alma de la llanura; Marcelo Berbel desnudando en verso el alma del viento patagónico; Nohién cantando el alma wichi del Pilcomayo; Sixto Palavecino representando el alma de los quichuistas.

Sólo quedan las almas: quién no aprenda el lenguaje de su alma, está condenado a ser eternamente el idioma de los otros, el alfabeto de la nada.

11/01/2010

Un flaco desgarbado, un pueblo hermoso

La realidad se ha cansado de mostrar héroes hermosos, rostros de revolucionarios mirando bellamente a la Historia.
Y de repente un flaco desgarbado, de movimientos torpes, de dicción particular, vino a ser el más lindo de los feos, vino a construir un puente,aquí, al lugar donde sólo parecía se levantaban muros. Aquí donde la política había desterrado de su discurso a la palabra pueblo como la poesía había exiliado de su arte a la palabra corazón. “Vecino, gente, ciudadano” - decían, porque la palabra pueblo se les resistía a sus bocas. Entonces, llegó un “seseoso” , parecido al rumor confuso de esos tiempos.
El más importante ejemplo que ha dejado este larguirucho patagónico, ha sido que para cambiar la historia no hace falta parecerte al héroe canónico, sino más bien parecerte a la irreverencia del desesperado, al latir del corazón chagásico, al andar del descalzo.
Un periodista que siempre se esfuerza por ser creativo, aunque hace mucho las musas lo echaron de casa, dijo que la Argentina quedaba en el culo del mundo.
A este filibustero de la realidad, habría que señalarle que los que iniciaron la cartografía, los que hicieron los mapas del mundo, nacieron en el norte. Por eso según el mapa del mundo, todo empieza en el norte.
Nunca pensaste que desde el espacio las cosas se ven desde otro lugar, que si empezáramos el mapa del sur, no sería un error, sería un simple acto de justicia.
Este flaco desgarbado, que nos acaba de dejar, hizo, como nadie lo había hecho, que el pueblo reconsiderada el mapa de su corazón, en el sur: Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez, Lugo, Bachelet, Mujica, Lula, todos unidos en el mismo abrazo, aquel abrazo que Pablo Neruda una vez nombrara como Canto General:

DEJO a los sindicatos
del cobre, del carbón y del salitre
mi casa junto al mar de Isla Negra.
Quiero que allí reposen los maltratados hijos
de mi patria, saqueada por hachas y traidores,
desbaratada en su sagrada sangre,
consumida en volcánicos harapos.
Quiero que al limpio amor que recorriera
mi dominio, descansen los cansados,
se sienten a mi mesa los oscuros,
duerman sobre mi cama los heridos.
Hermano, ésta es mi casa, entra en el mundo
de flor marina y piedra constelada
que levanté luchando en mi pobreza.
Tu vienes de abrasados corredores,
de túneles mordidos por el odio,
por el salto sulfúrico del viento:
aquí tienes la paz que te destino,
agua y espacio de mi oceanía.



Pedro Patzer

La cultura popular es el anticuerpo que siempre salva a la Argentina

por Pedro Patzer Aunque nos quieran convencer de que los ladrones de las melodías, de las vocaciones, de los más hermosos vínculos del human...