1/30/2008

San Amarillo


Vino ordinario donde la luna cae
Como dios vulgar en el campo de batalla,
Aquella guitarra reconociendo una carencia,
Una estrella de coplas, (bagualera con caja y milagros)
Virgen de los desdentados
Pornografía de lo amarillo, en cada San Cayetano marchito
En el sudor,
Regresa al canto, me dice el sombrío dueño del silencio,
Qué es todo esto? Me pregunto,
Y sólo veo un mismo alarido en famélicas bocas,
Quién probará el sabor de este pensamiento,
Que manjar será esta caer en la angustia,
Este no haber sido pájaro, este ser de tierra,
Y qué se yo de mapas,
De manuales literarios,
De estilos y suicidas,
Apenas testigos de lo inmortal que nos roza,
Ando con hambre de milagros,
Ando con afán de edén,
Y la página en blanco comienza a farfullar
El gran poema que tal vez
sea

Pedro Patzer

2 comentarios:

Sonia Betancort dijo...

El canto que nace del abismo es más canto, todavía emprende su vuelo en la salvedad de la noche, y revienta en un aro de luz la soledad. Batallas del vértigo, hora del relámpago, la creación habita la sombra con su propuesta de alquimia. De tu página en blanco surge un pez que multiplica los panes.

Letizaida Martínez dijo...

Que buen descubrimiento hice esta noche.

Vendré seguido, saludos.

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