2/20/2007

POEMAS DE LAS BIOGRAFÍAS APÓCRIFAS


En este hallar texto viejos, me encontré con uno que descarté de mi último libro de poemas, pero que ,curiosamente ,quiero mucho.


Poema de las Biografías Apócrifas

El encargado de hacer el inventario de un viejo hotel a orillas de un mar de Marte/ la breve historia del calendario que un preso le tatuó en el paladar al siniestro director de la prisión en la que estaba recluido/ no tengo ningún escrúpulo en referirme al hombre que fue atravesado por una espada caída de una carta, justo después de perder una partida de truco; ni de los piratas que hicieron de una fragata de guerra, pequeños fósforos que incendiaron los mapas que nos conducían hacia los tesoros irrecuperables.
Y para qué narrarte acerca de la ficción que la gente le instala a sus recuerdos, de la niña muerta que una familia siguió vistiendo y maquillando durante diez años.
Dícese de un tal Edmundo que descubrió que todo era una gran mentira y por eso se promovió por las calles de Buenos Aires como el embajador del absurdo en el mundo, entonces comenzó a decirle a la gente que lo que entienden por el color azul es diferente a los ojos del otro, que convivimos con mil azules distintos, y, que lo único que deberíamos aprender del azul es que su centro es el rojo: “ ... el rojo es el centro del azul...” todas nuestras oposiciones son el centro exacto de nosotros mismos.
Se comenta que en su testamento Albert Einstein le pidió a su familia que su epitafio rezara: “La mayoría de los hombres nunca aprende a sumar” Puedo mencionarte la historia de un triste personaje que patentó el Otoño a su nombre y, el muy desquiciado pretendía que cada habitante de la anaranjada estación le pagase un impuesto por derecho de autor. Él hasta el último día de su vida se hizo llamar: “El Hombre que re inventó al Otoño”
Otra vida destacada fue la de Gunter, un científico alemán que sostenía que cada vez que se terminaba un poema, la galaxia movía su esqueleto hacia los huesos de una infinita estrella.
Como no memorar a Pampa, el célebre pintor a quién le atormentaba las miradas de los muertos pues él siempre quería pintar las últimas imágenes que en aquellas frías miradas se habían quedado congeladas.
La última biografía está dedicada a Horacio, director de una revista literaria quien le había asignado a Alfonsina Storni que escribiese la biografía no autorizada del Mar, Storni le habría respondido que sí, pero que antes debía verificar de cerca ciertos detalles de la personalidad del Mar



PEDRO PATZER

2 comentarios:

Sonia Betancort dijo...

eres el rey de las biografías apócrifas, tu imagen rebelde y profunda multiplica el hallazgo de vidas pararlelas, personajes de algodón en un mundo de tanto cemento. gracias

Anónimo dijo...

Pienso que siempre queremos "esas cosas escusas" ... aquellas que aveces dejamos abandonadas en un rincón ...
Ellas esconden la otra parte (inumeras) oscura del alma y nos revelan
aquello que tus ojos escriben en la palabra ,,,
(me gusto tu texto)
abrazos lleno de mar ... poeta .

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