12/08/2006

ATAHUALPA YUPANQUI



ATAHUALPA YUPANQUI
POR PEDRO PATZER

¿Cómo decir la tierra en la voz? ¿Cómo hacer canción la tristeza del peón, la melodía de unos cansados ejes de carreta? ¿Cómo se hereda la sangre del aborigen en el sonido de una guitarra? ¿Cómo se hace una plegaria en un rasguido casi silencioso?Tenemos una respuesta: Atahualpa Yupanqui

La milonga, la zamba, la chacarera, la canción norteña y la vidala, son algunos de los ritmos por los que Yupanqui nos lleva a pasear con cada uno de sus viajes musicales.

ntre sus canciones más conocidas podemos citar: El arriero,Los ejes de mi carreta
¿Si a mi me gustan que suenen pa qué los quiero engrasar? Atahualpa Yupanqui logró obtener en su música melodías de ámbitos rurales, hacer un repertorio de la tierra, como si la naturaleza del hombre nativo y su circunstancia fuera la materia prima de su música:

El canto de Atahualpa besó las piedras del camino del Indio, y no sólo eso, también ilustró los silencios de una raza que le tiene rabia al olvido:

ATAHUALPA YUPANQUÍ, hace de su canto la tierra, comprende que lo mejor de él, se queda en esos rincones donde las zambas, vidalas y chacareras son salvajes,
canciones que se adquieren de los rumores del viento que el peón escucha en su modesto teatro de ingenios y cosechas.

El retrato de la vida del trabajador rural, en la MILONGA DEL PEÓN DE CAMPO, que en sencilla melodía de guitarra colorea el universo del hombre que cada mañana vence al olvido, trabajando. pero, ¿qué sucede cuando la milonga se pierde?

En una época en que se dice que ha muerto la historia, el arte, el amor, ¿también se ha perdido la milonga’? Atahualpa, responda con su poesía:

Es cierto, pasan tragedias, hombres, la historia y sus movimientos, sin embargo la música no pasa, ella es como una plegaria PARA REZAR LA NOCHE.

ATAHUALPA YUPANQUI, LA VOZ DE LOS PAISAJES QUE EXISTEN Y DE LOS QUE DEBIERON HABER EXISTIDO.

PEDRO PATZER

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